Mabon es uno de los ocho sabbats
celebrados, actualmente en las religiones neo-paganas y antiguamente por los
celtas. Esta festividad se celebra los días 21, 22, 23 y 24 de Septiembre en el
Hemisferio Norte y el 21 de Marzo en el Hemisferio Sur.
Mabon es el equinoxio de otoño.
Es la época en la que los campos están casi vacíos, pues la época de cosecha
está por terminar. Ahora es cuando debemos tomarnos un momento para honorar el
cambio de las estaciones y celebrar la segunda cosecha. Es un tiempo ideal para
agradecer lo que tenemos.
De acuerdo con la creencia
wiccana, Mabon es la época en la que el Dios se está preparando para morir en
Samhain, y regresar al vientre de la Diosa, para renacer en Yule.
Místicamente es un tiempo de
balance mágico; de Ostara a Mabón, es el mejor periodo para la magia
proyectiva, o sea trabajar con fuerzas exteriores hacia fines exteriores.
También el trabajo mágico sobre fuerzas internas buscando afectar a la propia
persona.
Los campesinos europeos
festejaban Mabón el 25 de septiembre; la iglesia medieval cristianizó la
celebración bajo el nombre de Michaelmas, la fiesta del arcángel Miguel. La
fiesta empezaba al anochecer del día anterior, pues los celtas marcaban los
días del anochecer al amanecer del siguiente día.
Las plantas de Mabon son los cereales
de todo tipo, salvia, cardo, madreselva, pasionaria, helechos, tabaco y
sello de salomón. Las piedras son ámbar,
ojo de tigre, ojo de gato, ágata amarilla, cuarzo, o cualquier piedra marrón o
amarillo oscuro o naranja.
Se decora el altar con trigo,
cebada o avena, granos de maíz o frutos secos. Se utilizan colores otoñales
para decorar (como el anaranjado, amarillo, café). Se pueden utilizar símbolos de
balance, como el yin yang, pues Mabon es un tiempo de balance entre luz y
oscuridad.
Las
hojas caen, Los días se hacen fríos.
La
Diosa echa su manto de Tierra a Su alrededor
mientras
Tú, Gran Dios del Sol, navegas hacia el Oeste
hacia
las tierras de encanto eterno arropado en el frío de la noche.
Las
frutas maduran, las semillas caen,
las
horas del día y la noche se equilibran.
Los
fríos vienton soplan desde el Norte, aullando lamentos
En
esta aparente extinción de los poderes de la naturaleza,
Diosa
Bendita, sé que la vida continúa.
Porque
la primavera es imposible sin la segunda cosecha
tanto
como la vida es imposible sin la muerte
Bendiciones
a ti, Dios Caído, mientras viajas hacia
las
tierras del invierno y a los amantes brazos de la Diosa
Graciosa
Diosa de toda la fertilidad,
corté
y coseché el fruto de mis acciones, buenas y malas
Dame
el coraje para plantar semillas de alegría y amor
en
el año venidero, eliminando la miseria y el odio.
Enséñame
los secretos de la sabia existencia en este planeta
Luminosa
señora de la noche!
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