Yule es uno de los ocho sabbats
celebrados, actualmente en las religiones neo-paganas y antiguamente por los
celtas. Esta festividad se celebra del día 19 al 23 de Diciembre en el
Hemisferio Norte y del 19 al 23 de Junio en el Hemisferio Sur. Yule corresponde
al solsticio de invierno y, simbólicamente representa el nacimiento del Dios
Sol, después de su muerte en Samhain. Los celtas celebraban el nuevo resurgir
de la luz y el declive de la oscuridad en estas fechas.
Durante el siglo IV, el Papa
Julio I decidió cambiar la fecha de la Navidad cristiana y superponerla a la
fecha de la celebración de Yule, con el fin de facilitar el tránsito de los
celtas al cristianismo. Por este motivo, actualmente se celebra la Navidad el
25 de diciembre y muchas tradiciones celtas ahora son asociadas a la Navidad.
Una de las tradiciones celtas que
se llevan a cabo aún es la de decorar el árbol de Navidad, que originalmente
era un árbol de Yule. Los celtas, durante el invierno, decoraban pinos como símbolo de protección, de mantener la vida en un
tiempo frío. El árbol se decoraba con velas y
ornamentos que representaban al sol, la luna y las estrellas. En la punta del
árbol se colocaba un pentagrama, de ahí que en la tradición cristiana se
cambiara por una estrella o un ángel.
Otra tradición (no tan popular
como la del árbol) es la del Tronco de Yule. Se trata de un tronco de árbol,
habitualmente pino o roble, que se quema durante las celebraciones de Yule. Se
dice que las cenizas del Tronco de Yule protegen la casa y proporcionan suerte
y abundancia.
La noche de Yule es la noche más
larga del año. Para celebrarlo, se suele velar toda la noche alrededor de una
fogata y presenciar el levantamiento del sol (como símbolo del nacimiento del
Dios Sol). Además del Dios Sol, se celebra a las Diosas Brighid, Isis, Demeter,
Gaia, Diana y La Diosa Madre. Los Dioses celebrados en Yule son Apolo, Ra,
Odin, Lugh, El Rey Roble, Dios Astado y El Hombre Verde.
Los colores de la época son los
fríos, como el azul, plateado y blanco, aunque también se utiliza el verde y el
rojo. Como Yule es una festividad que celebra al Dios Sol, es bueno poner
símbolos solares en el altar, así como muchas velas en el altar y en la casa. También
se pueden agregar muérdagos, piñas de pino, frutas, nueces, campanas, etc. Se
pueden utilizar inciensos de pino, cedro y canela. Las piedras que se utilizan
en Yule son la esmeralda, los diamantes, los rubíes y el granate.
Yule es una festividad ideal para meditar
sobre la oscuridad. Es un tiempo de espera atenta en el que podemos observarnos
a nosotros mismos y autodescubrirnos. Se celebra la esperanza del renacimiento
confiando en que después de la fase de mayor oscuridad (el invierno) renacerá
la vida que duerme bajo la tierra.
Samhain es uno
de los ocho sabbats celebrados, actualmente en las religiones neo-paganas y
antiguamente por los celtas. Esta festividad se celebra el día 31 de Octubre en
el Hemisferio Norte y el 1 de Mayo en el Hemisferio Sur.
Samhain
representa, entre otras cosas, el final de la cosecha. Es la festividad pagana
más importante del año, puesto que marca el comienzo del Año Nuevo celta y,
asimismo, el inicio de la primera de las dos mitades en las que los pueblos celtas
dividían el año: el invierno. Recibe otros nombres como Samonis, Última
Cosecha, Festival de los Muertos, Festival de Tara o Halloween (All Hollows
Eve).
Esta noche el
velo que separa los dos mundos es más fino que nunca y las almas de los muertos
visitan a sus familiares vivos. Similar a la festividad del Día de Muertos en
México (que se celebra el 1 de Noviembre). Samhain es una noche ideal para
honorar a nuestros antepasados. Simbólicamente hablando y de acuerdo con la
creencia wiccana, Samhain representa la muerte del Dios para renacer después en
Yule.
Cerca del
siglo VIII, cuando la Iglesia Católica intentaba evangelizar a los paganos, la
original festividad cristiana del Día de Todos los Santos se cambió a 31 de
Octubre. Esto se hizo con la intención de que los paganos, quienes celebraban
Samhain el 31 de Octubre, celebraran también una festividad cristiana y de esta
manera sea más fácil su conversión al catolicismo.
Contrario a lo
que muchos creen, la palabra “Samhain” no es el nombre de un antiguo Dios celta
de la muerte. La palabra “Samhain” (pronunciada sou-in) viene del gaélico “Samhuin”
que significa final o comienzo del verano (refiriéndose a que, cuando el verano
finaliza en nuestro mundo, empieza en el inframundo).
En esta noche,
se suelen encender hogueras con un doble propósito: simbolizar el final del
verano y ayudar a las almas de los muertos a encontrar el camino hacia la luz y
el descanso. Para ello también se suelen encender velas en los alféizares de
las ventanas y en las puertas de entrada de las casas; además, se dejan también
algunos alimentos como pan y frutas de la temporada (principalmente manzanas y
granadas) para que las almas se alimenten durante su viaje, costumbre muy
parecida a la del Día de Muertos en México. Las manzanas también se entierran
con el propósito de alimentar a la Tierra, que se prepara para su letargo.
Una costumbre
que puede realizarse durante Samhain consiste en escribir en un papel aquello
que deseamos conseguir o eliminar de nuestras vidas durante el nuevo año y
quemarlo en una hoguera o en la llama de una vela. Es también un tiempo
propicio para la adivinación, para saber que nos espera en el año venidero.
Samhain es
momento para honrar también a la Diosa Oscura en sus diversas encarnaciones.
Para los pueblos celtas ésta tomaba la forma de la Morrigan, diosa de los
muertos y las batallas; pero ha estado presente desde siempre en todas las
culturas bajo muchos nombres: Hécate, Kali, Crone, Némesis.
Esta noche
está considerada como una de las más poderosas del año, mágicamente hablando,
así que cualquier trabajo de este tipo que se realice contará con un poco de
ayuda adicional.
Se puede decorar el altar con los colores negro, anaranjado, rojo y amarillo. Las piedras
que se pueden utilizar en esta época son la obsidiana, el onix, la turmalina
negra. Las comidas de Samhain son tarta de calabaza, galletas o pan de
jengibre, pan de maiz, manzanas.